La localización de las masas laríngeas mediante endoscópia es sencilla. Si se trata de másas no pigmentadas, sin cromóforo, será necesario provocar un pre-ennegrecimiento previo de su superficie que actúe como absorvedor de energía y sirva como iniciador para los siguientes pulsos láser. La segunda imagen muestra el aspecto de la cicatriz 15 días después (flecha), en el momento de la revisión endoscópica de la cirugía.
La programación de modo pulsado resulta más recomendable que el modo continuo en cirugía de laringe por varios motivos: el primero, es que para proteger la fibra de sobrecalentamiento que se produce en modo continuo, debemos trabajar bajo un flujo de un gás inerte suficiente (normalmente CO2) que refrigere la fibra a su paso por el canal de trabajo del fibroendoscopio y en su extremo distal, el segundo, es que en modo pulsado podemos programar los tiempos de entrega de la energía láser para que sean menores a los tiempos de relajación térmica del tejido. Con ello, disminuiremos el daño térmico de los tejidos blandos considerablemente, en comparación con el daño producido por la misma potencia aplicada en modo continuo.
Existen limitaciones para el tratamiento quirúrgico láser en cirugía de laringe, la principal es el análisis histopatológico, que no es posible si el procedimiento seleccionado es la ablación mediante vaporización láser del tumor, al no quedar muestra que analizar si se vaporiza desde el inicio toda la masa.




